—Soy Oliver Walker, ¡el Capellán de la nación de la pirámide! —exclamó.
—Vengo a visitar al jefe de la Familia Brown, espero que puedan transmitir mi solicitud! —dijo con esperanza.
Sin otra opción, Oliver Walker tuvo que seguir anunciando su identidad.
Sin embargo, no estaba seguro de si la reputación que tenía en el mundo secular tendría algún peso en el mundo de las artes marciales antiguas.
Mientras hablaba, también sacó diez Piedras Espirituales de grado intermedio de su persona, —Un pequeño gesto de agradecimiento, espero que lo acepten amablemente.
Dado que estaba pidiendo un favor, su actitud naturalmente debía ser más humilde, aunque la persona frente a él era solo un cultivador en el Reino Trascendente, quien, sin embargo, representaba la imagen de la Corporación Brown.
—¡Si surgiera un conflicto, las consecuencias eran fácilmente imaginables! —pensaba preocupado.
