La intuición le decía a Oliver Walker que ese Desliz de Jade no era para nada ordinario.
El momento en que se lo colocó contra su cuerpo, desprendió un aura suave, como si el 'Qi' interno en sus órganos internos comenzara a pulsar rítmicamente.
No pudo evitar exclamar:
—¡Qué sensación más extraña!
Las cejas de Daniel Green estaban profundamente fruncidas. —¿Qué sensación? —preguntó.
Ya que el Desliz de Jade coincidía con la línea de sangre de Oliver Walker, era su pertenencia personal. En consecuencia, incluso después de haber estado en posesión de Daniel Green durante más de veinte años, nunca había detectado nada inusual en él.
La razón por la cual nunca se había entregado a Oliver Walker era que después de que el Clan Demonio Fang hubiera desaparecido, muchos poderes se habían inquietado, buscando cambiar las reglas establecidas por el clan.