—¡Hmm! —exclamó Emilia.
—¡Definitivamente habrá uno el próximo año! —respondió esperanzada.
Emilia no estaba muy decepcionada porque estaba acostumbrada a un Festival de Primavera sin Oliver Walker.
—Los dos no tenían mucho que decir —murmuró.
Emilia también entendía muy claramente que, cuanto más silencioso estaba Oliver Walker, mayor era el peligro.
—¡Pero no podía hacer nada al respecto! —pensó desesperada.
—¡Solo podía rezar en silencio para que este hombre regresara a salvo! —se consoló.
Al mediodía siguiente, bajo las órdenes de Oliver Walker, las tropas pesadas del Batallón de la Ciudad Oceánica ya se habían reunido, pero esta vez no era para lidiar con enemigos externos.
—¡Era para formar una alianza con la Alianza Marcial Antigua! —anunció el comandante.
—¡Y dentro de la Región del Mar Oriental, las bases de misiles ya habían apuntado al Salón de Artes Marciales de la Alianza! —informó el técnico.