—¡Hombres!
—¡Siempre tan descuidados y negligentes!
—Después de regañar, Emilia dijo entonces:
—Grace, ¿qué tal si vamos a comprar algo de ropa primero?
—Grace Floss negó con la cabeza:
—No es necesario, ¡primero ocupémonos del asunto de la Python Serpiente Negra!
—Nunca había sido demasiado exigente con su vestuario.
—¡Con tal de que pudiera llevarlo puesto, estaba bien!
—¡Después de todo, cuando eres atractivo, todo lo que te pones se ve bien!
—¿En cuanto a las manchas de sangre?
—No le disgustaban tanto, y además, estaban a punto de diseccionar a la Python Serpiente Negra, ¿no?
—¡De acuerdo!
—¡Bueno, está bien entonces!
—Emilia también se quedó algo sin palabras. Después de todo, Grace Floss daba la impresión de querer mantener a la gente a distancia, no deseando participar mucho en conversaciones y prefiriendo sumergirse en su propio mundo.
—Din-don...