—Él... ¿no tiene miedo a la muerte?
—¡Este loco!
—No... No te metas con él, ¡aléjate!
...
¡Incluso los espectadores no pudieron evitar tragar saliva con fuerza! ¡Era demasiado aterrador! Sin embargo, ¡no hubo cambios en la expresión de Oliver Walker! Sólo estaba jugando con estos hooligans y lo tomaba como si estuviera enseñando una lección a estos mocoso.
Sin embargo, Mary Grimm no pensaba así. Miró ansiosa y dijo en voz baja:
—Hijo, yo... sé que estás haciendo esto por mí... Pero... ¡pero estás cometiendo un crimen!
¡No podía imaginar cuán graves serían las consecuencias! ¡Era sólo que se sentía confundida!
—¡Madre!
—¡Apreciaré la oportunidad que me diste! —respondió Oliver Walker con una sonrisa—. Sólo quiero ser reconocido por mi familia y usar el resto de mi vida para protegerlos a todos. ¡No permitiré que nadie los lastime nunca más!