—Tap, tap, tap...
Y entonces, cuando pasos apresurados resonaron a través del estrecho pasillo...
Jessica Wright apenas podía creer que esto fuera real, ¡pues reconocía esa respiración! ¡Definitivamente pertenecía a ese hombre! Quería levantarse, pero su cuerpo ya se había congelado, así que tras forcejear un momento, volvió a caer sobre la superficie helada.
¿Quería verlo? ¡Por supuesto que sí! ¡Lo soñaba! Pero cuando la figura de Oliver Walker entró en su campo de visión, de repente se volvió mucho más tranquila! ¡Suprimió sus emociones con fuerza y permaneció tan distante como siempre, manteniendo a otros a distancia con su comportamiento gélido!
—¡Chica! —Cuando él vio a la chica, Oliver Walker perdió el control de sus emociones. Vio a la chica que en silencio lo había dado todo por él, sin jamás ofrecer una explicación, incluso deseando la muerte, yaciendo en el suelo envuelta en escarcha... Sintió un pinchazo en la punta de su nariz, ¡y las lágrimas brotaron!