—Mary Grimm frunció el ceño—. Si Olivia había realmente recuperado, eso aliviaría en gran medida la carga sobre la familia.
Ella también estaría encantada.
No podrían vivir lujosamente como solían hacerlo, pero al menos, no tendrían que sufrir tanto como lo hicieron.
¡Por eso dudaba!
—Mamá, por favor —rogó suavemente Emilia—. Solo dale una oportunidad más. Si todavía sientes que no lo merece, entonces podemos echarlo fuera.
Después de todo, esta era su familia.
No podía tomar estas decisiones por sí misma. Si ella permitiera que Oliver Walker regresara a casa, primero tendría que convencer a su madre que estaba desconsolada.
Su madre había sido gravemente herida en lo que respecta a su relación. Las heridas que tenía su madre eran mucho más profundas que las suyas. ¿Cómo podría convencer a su madre?
¡No lo sabía!
¡Pero… tenía que intentarlo!
—¡Imposible! —Mary Grimm negó con la cabeza emocionada—. ¡Nunca le daré otra oportunidad!
