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Viviana Li, que había sido eclipsada, estaba algo disgustada y, para empeorar las cosas, había solo un asiento vacío entre ellos, lo que hacía parecer como si estuvieran prácticamente sentados juntos.
Era un espectáculo para provocar envidia; quienquiera que se sentara entre ellos sería el tema de conversación de la ocasión.
¡Con Viviana Li a la izquierda y Jessica Wright a la derecha, esa persona ascendería instantáneamente al pico de la vida!
¡Solo el pensamiento era suficiente para suscitar una emoción innombrable!
—¡Hola! —exclamó una voz.
—¡Señorita Wright! —saludó Viviana Li.
Viviana Li parecía calmada y elegante mientras saludaba a Jessica, pero el tono desafiante era claro en sus ojos cristalinos.
Como países vecinos que una vez estuvieron bajo la jurisdicción de la pirámide, la Nación Cósmica y este país tenían una relación naturalmente tensa.
