Sus ojos estaban llenos de furia!
Intentó levantarse pero pronto se dio cuenta de que se había torcido el tobillo. ¡Sentía un dolor extremo cada vez que intentaba moverse!
—¿Quién te crees que eres?!
William Davis gritó:
—¡Él es el maestro del médico divino, Hendric Smith!
—¡¿Cómo te atreves a hablarle así?!
¡Estas palabras fueron como un rayo que los golpeó!
¡Los ojos de Jessica, que estaban llenos de una mirada maliciosa, desaparecieron instantáneamente! Luego, fueron reemplazados por miedo y horror mientras su rostro se ponía pálido!
«Thud––»
Al mismo tiempo, todos los guardaespaldas que Davis trajo consigo se debilitaron por la sorpresa y ya no pudieron mantenerse erguidos!
Sus amos estaban ambos arrodillados en el suelo. ¿Era correcto que ellos siguieran de pie?
Además, ¿quién era Hendric Smith?
¡Él era el hombre que estaba en la cima de la pirámide en este país!
¡Un simple estornudo de este hombre podría enviarlos a sus tumbas!