—Señorita Phillips, no pierda su tiempo. Ya he instalado un bloqueador de señal en el coche. ¡Su teléfono ahora es un pedazo de chatarra! —dijo el chofer en voz baja.
Freya quedó atónita por un momento antes de que se apresurara a bajar la cabeza para mirar su teléfono. Se dio cuenta de que realmente no había señal.
Connor miró al chofer, su expresión aún más solemne.
Finalmente entendió por qué el chofer lo había mirado tan nerviosamente justo ahora. No era por su identidad.
Además, todo esto parecía haber sido planeado hace mucho tiempo. Esto significaba que la otra parte había venido preparada.
Sin embargo, Connor no podía averiguar si la otra parte estaba haciendo esto por Freya, o por él.
Si la otra parte estaba aquí por Freya, las cosas serían mucho más simples; después de todo, Freya era solo una mujer débil, y la otra parte definitivamente no habría hecho demasiados preparativos. Connor solo podría manejar la amenaza.