Mientras Aida estaba sentada en el asiento del pasajero, miraba sin expresión a Connor, ocultando sus pensamientos.
Cielo yacía en el suelo, mirando a Connor con una cara llena de miedo.
—¿Tienes algo más que decir? —le preguntó Connor suavemente a Cielo.
Cielo tomó una respiración profunda al escuchar su pregunta, tratando de calmar sus emociones.
—Si no tienes nada más que decir, ¡adelante y muere! —dijo Connor, acercándose hacia Cielo.
—No me mates, por favor, no me mates... —Cielo rápidamente movió su cuerpo hacia atrás y tartamudeó—. Con... Connor, no olvides, soy el nieto de Beau, soy el futuro jefe de la familia Collier. Si me matas hoy, mi abuelo nunca te perdonará...
—Aunque no te mate hoy, ¿crees que tu familia te perdonará? —respondió Connor, con expresión imperturbable.
Al escuchar sus palabras, Cielo instintivamente vaciló, aparentemente inseguro de cómo responder.
—Parece que no tienes nada más que decir ahora —dijo Connor mientras levantaba la daga en su mano.