Pero Connor no encontraba forma de contraatacar. En ese momento, había perdido toda su capacidad de lucha.
Sentada en el coche, la expresión de Aida estaba llena de ansiedad. No sabía qué podría hacer ahora.
Una lluvia torrencial caía mientras la Daga de los Cinco Elementos de Zaki descendía lentamente hacia el pecho de Connor.
—¡Ah! —Sin embargo, justo cuando la daga estaba a punto de perforar el pecho de Connor, él gritó repentinamente.
Una luz cegadora estalló alrededor de su cuerpo, como un escudo protector, guardándolo.
Zaki instintivamente se detuvo al ver esta escena, luego trató de terminar la batalla rápidamente. Después de todo, no tenía intención de perder más tiempo con Connor.
Pero lo que nunca esperó fue que, cuando la daga hizo contacto con el cuerpo de Connor, una tremenda fuerza rebotó contra él.
—¡Boom! —Un ruido fuerte.
Zaki no había comprendido lo que acababa de suceder cuando fue enviado volando por el inmenso poder que emanaba del cuerpo de Connor.