Después de entrar en el ascensor, Charisa presionó el botón del decimoctavo piso.
Poco después, las puertas del ascensor se abrieron.
Ella salió del ascensor directamente y con paso firme, caminó hacia la salida. De un vistazo, vio la oficina del CEO al frente.
Tal vez debido a su abrumadora ira, no se molestó en llamar y simplemente empujó la puerta y entró en la oficina de Connor.
Cuando él la vio entrar y dudó sorprendido, frunció el ceño y preguntó:
—¿Cómo entraste?
—Quiero hablar contigo —dijo ella sin expresión.
—¿Hablar? ¿No te he dejado claro antes? No creo que haya necesidad de hablar más —dijo él de manera algo atónita.
—Aún no te he dicho de qué se trata. ¿Cómo sabes que no es necesario hablar? —dijo ella mientras que, al hablar, se sentó de manera natural en el sofá, cruzando sus largas y blancas piernas, dando la impresión de que ella y Connor no se reunían por primera vez.
Él la miró, dudó un momento y luego sonrió mientras decía:
