—Connor dudó por un momento antes de abalanzarse sobre Aida.
—Aida levantó sus esbeltas y justas piernas y quiso patear a Connor.
—¡Bang! Con un fuerte estruendo, Connor agarró el tobillo de Aida.
—Aida estaba un poco nerviosa porque no esperaba que Connor mejorara tan rápido. Si Connor siguiera siendo el mismo de hace unos pocos días, entonces Aida todavía tendría una oportunidad de derrotarlo. Pero ahora, Aida no tenía oportunidad alguna.
—Después de que Connor agarró el tobillo de Aida, la levantó y la lanzó a un lado.
—Aida fue lanzada a un lado por Connor, y luego su cuerpo entero se estrelló contra el muro.
—Aida luchó por levantarse, pero Connor no le dio la oportunidad. Se colocó encima de Aida y agarró su cuello con su mano derecha.
—En un instante, una sensación sofocante la asaltó.
—Aida miró a Connor con sus grandes ojos llorosos. Había dejado de resistir completamente porque sabía que Connor podía romperle el cuello con solo un poco de fuerza.