—Por supuesto que lo estoy. Todo es por ti. ¡Si fuera cualquier otro, le habría dicho que se perdiera hace mucho tiempo! —Danny no ocultó su insatisfacción y susurró a Chelsea.
—Sé que el precio que oferté es de hecho un poco bajo, pero no puedo evitarlo. ¡Soy un empresario y los empresarios se centran en las ganancias! —Chelsea sonrió elegantemente.
—Suspiro... —Con un suspiro, Danny dijo sin expresión—, ¿de verdad quieres hablar conmigo sobre esto?
—Por supuesto, no... —Chelsea miró a Danny con una sonrisa tenue y dijo suavemente—, quiero hablar contigo sobre tu elección como el jefe de la familia.
—¿La elección como jefe de la familia? —Los ojos de Danny se iluminaron al escuchar las palabras de Chelsea.
