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Media hora después, Jenna había firmado el contrato con el segundo anciano. Connor, acompañado por Waverly y otros, cargó a Yelena y abandonó la villa de la familia Lester, dirigiéndose a la familia Bander para obtener el antídoto.
El automóvil se desplazaba velozmente por la carretera, y Connor continuaba mirando hacia abajo a Yelena en sus brazos.
Su corazón estaba lleno de culpa y auto-reproche. Lamentaba profundamente haberse involucrado en su vida. Aunque en efecto había cambiado su destino y la había ayudado a alcanzar sus sueños, también había llevado un gran peligro a su vida.
Parecía que todos a su alrededor se veían influenciados por él, pero al mismo tiempo, estaban expuestos a grandes riesgos.