—Señor Dullahan, siento que no hay necesidad de que seamos tan despiadados. El pasado de Connor no es simple. Si realmente lo ofendemos, también será un problema extremadamente grande para nuestra familia Dullahan... —dijo un hombre de mediana edad a Gerald.
—Personalmente, creo que lo que dijiste es incorrecto, pero ya hemos actuado contra la amante de Connor, y él vendrá pronto. Si ahora vas a hacer las paces con él, ¿cómo planeas explicárselo al Presidente Ward? —dijo otro hombre de mediana edad.
—Es cierto. Un lado es un lobo y el otro lado es un tigre. Nuestra familia Dullahan no puede permitirse ofender a ninguno de los dos...
—Aunque no podamos permitirnos ofenderlos, ya lo hemos hecho. ¡Ahora no tenemos salida!
Los miembros de la familia Dullahan comenzaron nuevamente a discutir acaloradamente.
