Cuando Andrés apareció, todos tomaron la iniciativa de saludarlo.
Andrés también fue muy amable y les respondió con una sonrisa.
Un momento después, Andrés llevó a Will a la sala.
Sin embargo, todos se dieron cuenta de que había otro joven siguiendo a Andrés y Will. El joven tenía unos 30 años. Su piel era oscura y su figura no era ni delgada ni gruesa. Había un atisbo de hostilidad en sus ojos.
Pero alguien en la multitud pareció reconocer a este joven y gritó con una expresión muy sorprendida:
—¿Por qué está aquí esta persona?
Cuando la persona a su lado escuchó esto, preguntó apresuradamente:
—¿Quién es esta persona?
—¿No conoces a Yonder Washington de la familia Washington? —preguntó Leonardo Sabin con desdén.
—¿Quién es Yonder Washington?
Todo el mundo miró a Leonardo con una expresión perpleja.