Después de escuchar las palabras de Jorge, los ojos de Connor parpadearon con un atisbo de sorpresa.
Subconscientemente, miró hacia abajo la píldora en su mano y luego preguntó con una expresión perpleja —¿Esta píldora es realmente tan milagrosa?
—¡Hay un montón de cosas increíbles en este mundo, tú simplemente no las conoces! —Jorge respondió con calma.
Después de un momento de vacilación, Connor habló en un tono grave —¿Estás seguro de que tomar esta píldora me hará más fuerte?
—No se trata de hacerte más fuerte, sino de mejorar enormemente tu condición física —corrigió Jorge.
—¿Cómo sé si lo que dices es verdad? ¿Y si esto es una píldora venenosa y estás tratando de engañarme? —Connor preguntó con cautela.
—¿Por qué te engañaría? —el anciano respondió con calma.
—No tienes razón para engañarme, pero hay muchas personas que quieren matarme. No sé quién es confiable y quién no lo es... —Connor miró la píldora en su mano, su expresión vacilante.
