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Connor escuchó la respuesta de todos y asintió satisfecho.
Giró su cabeza y miró a Thomas, luego dijo —¡Bien, podemos empezar la reunión ahora!
¡Bueno!
Thomas asintió rápidamente y guió a Connor y a los demás hacia la sala de conferencias.
Los accionistas siguieron detrás de Connor, y sus expresiones eran visiblemente nerviosas.
Según la información que tenían, él era solo un heredero rico ocioso que nunca se preocupaba por los asuntos de la empresa.
Pero después de interactuar con él hoy, se sorprendieron al descubrir que no era como sugerían los rumores.
Connor no parecía para nada un heredero rico; era muy discreto.
Esto hizo que los accionistas comenzaran a preocuparse por sus intenciones al convocar la junta de accionistas.
Cuando Connor llegó a la puerta de la sala de conferencias, de repente se detuvo y giró la cabeza para mirar a Quenna, que todavía estaba allí parada tontamente, incapaz de recuperarse de su shock.
