Carlos no pudo evitar mirar a Connor con una expresión de decepción en su rostro.
—Señor Carlos, ¿me ha llamado aquí solo para hacerme esta pregunta? —preguntó Connor.
En ese momento, Carlos tomó un profundo respiro y dijo sin expresión:
— No te he llamado aquí hoy solo por esto. Quería decirte que de ahora en adelante, espero que te mantengas alejado de Sabrina...
—¿Alejarme de Sabrina? —Connor no pudo evitar soltar una risa sarcástica al escuchar estas palabras.
—Simplemente no eres digno de mi hija. Así que espero que no molestes a Sabrina más. ¿Entiendes lo que quiero decir? —Carlos no mostró ningún respeto por Connor, su expresión era fría.
Connor miró a Carlos de arriba a abajo, luego preguntó sin expresión:
— ¿Entonces, señor Carlos, ¿qué tipo de persona cree usted que es digna de su hija? ¿Alguien como Harold, quizás?
—¿Harold? —Carlos escupió con desdén al escuchar esas palabras, luego dijo ligeramente: