—Yana, dado que el dinero ha sido transferido a mi cuenta, tengo que regresar a la empresa inmediatamente ¡o definitivamente la empresa estará en caos! —dijo Victor luego de contestar la llamada del departamento de finanzas—. Los proyectos de mi empresa han sido suspendidos por mucho tiempo debido a problemas de financiamiento. Ahora que finalmente hay dinero, lo que más quiero es reanudar los proyectos lo más pronto posible y poner en marcha la empresa.
—¡Está bien, Abuelo, apúrate! —respondió Yana apresuradamente.
Victor salió corriendo de la villa.
—¡Señor Weaver, el Señor Yates está aquí! —exclamó con emoción el guardaespaldas que estaba fuera de la puerta.
Victor, al oír esto, oscureció su expresión—. ¿Por qué está aquí?
—Justo ahora, después de que el conductor regresó, le contó al señor Yates sobre la condición de la señorita Weaver. Después de que se enteró, condujo apresuradamente hasta aquí… —explicó el guardaespaldas.
