—¡Connor, nunca esperaba que fueras una persona tan despiadada!
—Si no te hubiera prestado dinero en primer lugar, ¿cómo podrías haber ganado tanto dinero? ¿Y ahora quieres quedártelo todo para ti? ¡No tienes conciencia!
—Yelena, al ver la intención de Connor de quedarse todo el dinero para él, le gritó enojada.
—Tú... Tú...
Lo miró con ojos enojados, su expresión llena de furia, incapaz de encontrar una manera de refutarlo.
—Está bien, no bromeo contigo más. No tomaré ni un centavo de este dinero, ¡todo te lo daré a ti!
Eran solo cinco millones, lo cual no le importaba en absoluto. Solo la estaba molestando anteriormente.
—Tú... ¿No vas a tomar nada de este dinero?
Se sorprendió al escuchar sus palabras, su expresión llena de incredulidad.
—Sí, perdí mucho dinero antes, y no quiero la cantidad restante... —respondió casualmente a Yelena.
Ella lo miró por un momento, luego susurró:
