Poco a poco, la melodía de piano de Connor comenzó a suavizarse.
A medida que la pieza se acercaba a su fin, la melodía de repente se volvía clara, indicando que además de la tristeza, también había esperanza y brillo en su corazón.
Finalmente, la última tecla cayó lentamente.
Todos los presentes estaban impactados más allá de toda medida y miraron a Connor con ojos muy abiertos.
Connor tomó una profunda respiración y se sacó de sus recuerdos para volver a la realidad.
—Papá, mamá, los extraño —suspiró suavemente.
Luego, se levantó lentamente y miró a Justin.
Cualquiera que supiera un poco sobre el piano ya conocía el resultado de esta competencia.
Desde el principio, Justin y Connor no estaban al mismo nivel. Siendo franco, no había comparación entre ellos, ya que Connor ganaría sin dudarlo.
—¡Perdí! —exclamó Justin.