—Está bien, déjame este asunto a mí. ¡No tienes que preocuparte! —Connor dijo sin expresión.
Después de escuchar las palabras de Connor, Dominic y Spencer recordaron que Connor era un chico rico ahora. Seguro que conocía a muchos grandes jefes, así que era absolutamente fácil para Connor encontrar patrocinadores.
Por eso, Dominic y Spencer se miraron y escogieron sentarse.
¡Los dos conocían la identidad de Connor, pero los demás estudiantes en el aula no!
—Connor, ¿estás diciendo que puedes encontrar patrocinadores por ti mismo? —Eunice miró a Connor con un atisbo de confusión.
—Así es. Deja este asunto en mis manos. No tienes que preocuparte. ¡Encontraré un patrocinador! —Connor asintió seriamente.
—Connor, ¿de qué estás hablando? —En ese momento, un chico gritó a Connor con desdén.
—Sí, Connor. La escuela ha estipulado que el patrocinador debe tener un patrimonio neto de más de cinco millones. ¿Conoces a alguien que pueda patrocinar tanto?