—Connor... —Justo cuando Connor estaba pensando en estas cuestiones, Nicole, debajo de él, no podía respirar. Gritó con el rostro enrojecido.
—Lo siento, me olvidé de ti... —se apresuró Connor a levantarse y a disculparse con Nicole.
—No tienes que disculparte conmigo. Soy yo quien te arrastró hacia abajo. Si no fuera por ti hoy, podría haber muerto hace mucho tiempo... —susurró Nicole a Connor.
—Levántate rápido. Debemos salir de este lugar rápidamente. De lo contrario, es probable que alguien ataque a los dos. —Connor estaba muy familiarizado con los asesinos de Rockefeller. Estos asesinos no se comparaban con los dos secuestradores.
—Además, Nicole estaba al lado de Connor. Si se encontraban con otros sicarios, las cosas serían aún más problemáticas. —Nicole rápidamente colocó su mano en la de Connor.
—Connor intentó levantar a Nicole.
—¡Ay! —Nicole gritó de dolor y se sentó en el suelo otra vez.
—Al ver eso, Connor se sorprendió. Preguntó suavemente:
— ¿Qué pasa?