—¡Mientras estés dispuesto a prestarme dinero, haré lo que quieras!
—¡Si quieres que me quede a tu lado o que sea tu amante, incluso puedo hacer todo eso!
—gritó Mandy.
—Cuando todos escucharon las palabras de Mandy, mostraron expresiones de shock.
—Nadie esperaba que una chica tan hermosa como Mandy se arrodillara y suplicara a Connor que fuera su azucarado.
—Connor miró a Mandy, que estaba arrodillada frente a ella y moviendo la cola, y sintió que todo esto era demasiado irreal.
—Mandy, que siempre la había despreciado y pensado que él no servía para nada, estaba realmente arrodillada frente a Connor suplicándole que la apoyara.
—Probablemente Mandy nunca soñó que un día se arrodillaría delante de Connor y sería tan sumisa.
—Connor, te lo ruego. Trátame como tu sugar baby o tu amante. Prometo no decirle nada a tu prometida, ni se lo contaré a nadie. ¡Te lo ruego!
—le gritó Mandy a Connor.