"Estefanía apretó los dientes mientras miraba a Thomas, que estaba sentado en el sofá. Luego, se levantó y se preparó para abandonar la suite.
—¡Ah!
Sin embargo, antes de que pudiera llegar a la puerta, un dolor sin precedentes envolvió todo el cuerpo de Estefanía. Gritó y cayó al suelo.
Thomas entrecerró los ojos y miró a Estefanía, que yacía en el suelo. Su expresión seguía siendo muy calmada.
—Thomas Morgan, tú... ¿Qué me diste de comer hace un momento? —Estefanía dijo a Thomas mientras yacía en el suelo con la cara pálida. En ese momento, sentía como si incontables hormigas estuvieran arrastrándose por su cuerpo. Estas hormigas se comían constantemente sus órganos internos. Esta sensación era peor que la muerte.
Sin embargo, Estefanía no tenía la mínima fuerza para resistirse. Solo podía dejar que este sentimiento la devorara.
Para la mayoría de la gente, la muerte no da miedo. Lo que asusta es el miedo al enfrentar la muerte. ¡Ese es el verdadero miedo!