—Sr. Morgan, oh Sr. Morgan, pensé que tenía algunas pruebas listas. ¡Así que solo está diciendo tonterías aquí!
Al ver que Thomas no pudo presentar ninguna prueba, Yannick se burló de Thomas despectivamente.
Thomas de repente miró a Yannick, y luego dijo en voz baja:
—Yannick, no te alegres demasiado pronto. No puedes poseer cosas que no te pertenecen…
—Sr. Morgan, ¿qué quiere decir? ¡No entiendo! —Yannick respondió con una sonrisa.
Thomas ignoró a Yannick. En su lugar, sacó discretamente su teléfono móvil y envió el mensaje que había preparado antes.
Después de enviar el mensaje de texto, Thomas regresó al lado de Connor y le susurró:
—Sr. McDonald, lo siento. ¡No lo pensé bien antes!
...
Cuando Connor escuchó esto, se volvió hacia Thomas y susurró:
—En realidad, no tienes que ayudarme. ¡Solo te implicarás a ti mismo!
—¡Simplemente no puedo aceptar que Yannick y sus hombres se lleven la herencia dejada por el ex presidente! —Thomas apretó los dientes y dijo.
