—¡Mierda! El corazón de Connor dio un vuelco al ver a Rachel acercándose hacia él. Pero no había ningún otro lugar donde esconderse en el balcón. Una vez que Rachel llegara, definitivamente lo vería. Su corazón latía con más fuerza que cuando estaba espiando a Rachel justo antes.
Click clack, click clack…
Connor comenzó a sudar frío al escuchar cómo se acercaban los pasos.
Connor dudó por un segundo antes de apretar los dientes y salir del balcón. —Profesora Wallace.
—¿Connor? —Rachel se sorprendió al ver a Connor.
—Finalmente estás de vuelta, profesora. —Connor fingió estar tranquilo.
—¿Por qué te escondías en el balcón y cuándo entraste? —Rachel se sonrojó al recordar la escena de cómo se había cambiado de ropa en la sala.
—¿No me pediste que te ayudara a mover algunas cosas? Cuando entré, yo... yo vi una cucaracha en el balcón y quise matarla por ti. Pero logró escapar. —Connor parecía avergonzado mientras trataba de explicarse.