—Connor, ¡ya me voy!
Afuera de la habitación, Freya gritó mientras usaba sus tacones altos.
—Está bien…
Connor respondió indiferente. No tenía intención de salir con Freya.
Después de escuchar la fría respuesta de Connor, Freya se sintió algo decepcionada. No esperaba que Connor realmente eligiera quedarse de brazos cruzados y mirar.
Cuando Sean Phillips rompió el jarrón, Connor estuvo allí sin moverse. Aunque Freya no dijo nada, aún se sentía muy incómoda en el fondo. Después de todo, Sean era su padre y el suegro de Connor.
En este momento, todos se apresuraban a llegar al restaurante, pero Connor aún eligió quedarse en el hotel. Freya estaba aún más decepcionada.
Incluso si todos sabían que Connor no podría resolver ningún problema si fuera, ¡se trataba de las intenciones que tenía!
¿Por qué se escondía como un cobarde ahora?
—Olvídalo. Es culpa de mis padres por decir ese tipo de cosas a Connor. Es comprensible que no quiera ir a ver!
