—Antes vivías en mi casa porque tu casa en Newtown aún no había sido renovada. ¿Por qué vives en mi casa esta vez? —Connor se quedó sin palabras al preguntárselo a Rachel.
—Solo es cómodo vivir aquí. Quiero decir, no es como si te fuera a afectar de alguna manera. Puedes hacer lo que quieras —dijo Rachel indiferente.
—Realmente no estoy acostumbrado a que vivas en mi casa, ¿sabes eso? —Connor estaba exasperado.
—Llevas tanto tiempo viviendo conmigo. ¿A qué no estás acostumbrado? Puedo protegerte mientras esté aquí. ¿No es lo mejor de ambos mundos? —dijo Rachel indiferente.
—¿Piensas que todavía necesito tu protección? —Connor apretó los dientes y le preguntó a Rachel.
—No importa si no necesitas mi protección. De todos modos, vine a Yarlford por ti. No puedes echarme, ¿verdad? —preguntó Rachel con una sonrisa.
—Aunque te eche, ¿te irás? —respondió Connor impotente.
—¡No! —Rachel sacudió la cabeza sin pensar.
Connor se quedó allí sin palabras, sin saber qué decir.