Connor miró a la chica frente a él, sintiéndose muy incómodo.
Esta chica no era otra que su ex novia en la Universidad de Porthampton, Mandy.
Originalmente, Connor pensó que Mandy desaparecería por completo de su vida, pero nunca esperó encontrarse con esta mujer nuevamente.
Esta mujer tenía un significado extraordinario para Connor. Si Mandy no lo hubiera dejado, él no habría obtenido la herencia de Steven Lee.
En cierto modo, Mandy fue quien hizo que Connor fuera quien es hoy.
—Hace tiempo que no nos vemos. ¿Por qué estás en Yarlford? —preguntó Connor.
—Estoy aquí con un amigo… —explicó Mandy.
—No esperaba que todavía no cambiaras tu personalidad incluso después de tantos años. A veces, no está mal que una mujer sea materialista, ¡pero tienes que prestar atención a los medios para obtener cosas materiales! —dijo Connor.
