—¿Y bien? Qué sorpresa, ¿verdad?
Cuando Mandy vio a Natasha de pie en el suelo, se puso aún más satisfecha y dijo:
—Te dije antes que no te juntaras con Connor porque es un perdedor pobre, pero no escuchaste. ¿Lo lamentas ahora? Connor es un ladrón, y quieres estar con un ladrón. ¡Esto es tan gracioso!
—¿Cómo podría Connor ser un ladrón? —Natasha respondió, desconcertada.
—¿Cómo es posible? La tarifa de la clase está escondida en el escritorio de Connor ahora que la evidencia es concluyente. Los estudiantes de la clase también lo han visto, ¿pero aún no lo crees? —Mandy preguntó fríamente.
—¡Imposible, esto es imposible!
Natasha conocía la identidad de Connor. Sabía que Connor nunca robaría una cantidad tan pequeña de dinero.
—Parece que este Connor te hechizó…
Al ver que Natasha aún no creía que Connor fuera un ladrón, Mandy sacudió la cabeza impotente.
—Está bien, dejen de hablar tonterías con personas como Connor. ¡Apresúrense y expúlsenlo!