—¿Cómo supiste? —Connor caminó hacia Rachel y no pudo evitar fruncir el ceño mientras preguntaba.
—La confesión de Salma te ha puesto en el ojo de la tormenta en la ciudad. No es raro que yo lo sepa, ¿verdad? —dijo Rachel indiferente.
—Si incluso tú lo sabes, ¿no significa eso que todos en la escuela lo saben? —dijo Connor con impotencia.
—Por supuesto, ya hay muchos chicos en nuestra escuela que quieren vengarse de ti. Así que, te aconsejo que no vayas a la escuela por el momento. Si no, estarás en gran peligro… —dijo Rachel con despreocupación.
—Rachel, ¿puedes dejar de burlarte de mí? Si ya no puedo permanecer en la Universidad de Newtown, a ti no te conviene… —respondió Connor sin ayuda y luego regresó a su habitación.
La confesión de Salma de verdad afectó mucho a Connor. Ahora, todos los estudiantes de la Universidad de Newtown sabían acerca de este asunto. Además, dado que Salma tenía tantos admiradores, Connor era definitivamente el blanco de las críticas públicas.