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La esposa de Huxley, Cecilia, quedó atónita después de recibir una bofetada de Connor.
Se quedó paralizada en el suelo y miró a Connor con incredulidad.
Nunca había pensado que Connor, que siempre había tragado su enojo, en realidad sería tan audaz ahora.
—Huxley, ¿vas a quedarte ahí parado y ver que él me haga esto? —Cecilia vaciló un momento antes de gritarle a Huxley.
—¿Puedes parar? —Huxley no eligió ayudar a Cecilia esta vez. En lugar de eso, frunció el ceño y regañó a Cecilia fríamente.
Después de todo, la Familia McDonald ya estaba hecha un lío. Connor solo tenía suciedad sobre todos en la Familia McDonald. Si esta información se difundía, toda la Familia McDonald colapsaría. ¿Cómo podría él estar de humor para lidiar con Cecilia ahora?
Cecilia se cubrió la cara con una expresión perpleja. Realmente no podía entender qué estaba pasando hoy.
La habían golpeado, ¡pero a la Familia McDonald no le importaba!