"Había esta sonrisa que se plasmaba en los labios de Decrático cuando observaba el cielo. Sus ojos rojos penetraban la oscuridad del bosque de la Tierra Intocable, donde la mayoría de los monstruos de todo el continente se habían reunido allí, sintiendo el fuerte poder de una cierta criatura en lo profundo de este bosque.
La sonrisa se convirtió en una emoción desbordante mientras cerraba los ojos, como si pudiera sentir algo en el aire.
A un lado, Zeke lo esperaba con una gran noticia. Pero, no se atrevía a molestar a su amo, hasta que Decrático se dirigiera a él mismo.
—¿No crees que esta noche es una noche muy hermosa? —preguntó Decrático, como si estuviera cantando. Su estado de ánimo era tan brillante, un marcado contraste con los cadáveres a sus pies. Los cuerpos muertos de la gente de las Manadas de la Luna Celestial.
