—¡Son pareja! —replicó Cezi—, pero por alguna razón, era una explicación muy débil, no se sostenía.
El príncipe Kellan y Arella no eran pareja por destino, su hermana eligió ser pareja del príncipe, lo que significa que no existía un vínculo de pareja entre ellos que pudiera justificar cómo el príncipe Kellan podría estar atraído por una niña de la mitad de su edad.
Cezi lo había expresado a su padre, pero la devoción del alfa Derick hacia el príncipe era inigualable, era inconcebible.
—¿Ese es tu mejor argumento? —Cane inclinó la cabeza y Cezi podía sentir que su rostro se ponía muy rojo.
Cezi podía sentir que su cabeza daba vueltas al discernir el significado detrás de eso, aunque ya conocía la respuesta.