"Caña nunca olvidaría este día. Nunca olvidaría el dolor que Iris había sufrido y cuánto sangre había perdido en el proceso de dar a luz a sus hijas. Nunca olvidaría el denso olor de la sangre, la sangre de su compañera que quemaba cada célula de su cuerpo y le hervía la sangre.
No quería que ella volviera a pasar por ese dolor. Hubo un momento en el que lamentó incluso haber intentado dejarla embarazada.
Aunque Caña amaba a sus hijos mucho, daría su vida por ellos, nunca permitiría que Iris volviera a pasar por este dolor. Ella era su vida.
Era muy consciente de cómo se había enamorado de ella, pero no se dio cuenta de cuánto hasta que presenció que ella iba a rendirse con su vida y le dio miedo. Miedo que llegaba tan profundo a sus huesos al imaginarse que tenía que perderla. Ni siquiera sabía cómo lamentarse si realmente la perdía…