"¿¡¿Qué?!? —Nala abrió sus ojos—. Debía haber algo roto dentro de la cabeza de este comerciante para incluso sugerirle tal idea.
Todo el mundo sabía que Aliana servía a Iris y, lo mal que estaban las cosas entre ella y esa luna, no había manera de que pudiera acercarse a Aliana.
—¿Estás loco? No hay manera de que pueda acercarme a Aliana. Sabes muy bien cuanto me odia esa luna, ¿realmente crees que su sirviente me va a querer? —Nala estaba molesta más allá de las palabras.
—En ese caso, ¿puedes acercarte a Iris? —Lou no parecía pensar en lo que decía, simplemente lo soltó—. Sería aún mejor.
Nala estaba exasperada al oír eso. Quería golpear a este hombre en la cara ahora. Por supuesto, ya lo había hecho innumerables veces en su mente.