—¿De qué estás hablando con Haco? —Iris estaba regresando con Cane a su habitación después de haber estado divirtiéndose charlando con sus siete guerreros personales y los demás. Se veía feliz y se podía ver en sus ojos, mientras caminaba ligeramente al lado de su compañero.
—La espada —respondió secamente Cane, mientras entrelazaba sus dedos.
— ¿Él recordó algo más sobre eso? —Iris se puso curiosa e interesada en saber más sobre su conversación.
—No —respondió Cane mientras negaba con la cabeza. Había intentado preguntar a Haco, si podía recordar más sobre las espadas.
Sin embargo, en lugar de recordar algo al respecto, Haco en realidad no recordó su conversación de aquella noche en absoluto. Afirmó que nunca se había encontrado con Cane en el medio de la noche. Cuando mencionó el veneno, el hechicero se mostró aún más confundido, declaró que no sería tan malvado como para crear un veneno para Iris. Tampoco creía que ella le preguntaría algo así.