—Luna, si el alfa se entera de esto, nos quitarán la cabeza —Dean y Pax rogaban a Iris que volviera a su dormitorio—. Era el medio de la noche y Cane tenía que ir a discutir algunas cosas con el alfa Colter y Koda sobre su próximo movimiento después de recibir noticias de la Manada de Riverside. En la carta, también mencionaban que habían encontrado a Haco y que estaba en cuidados intensivos con los sanadores allí, lo que animó el estado de ánimo de Iris, aunque todavía estaba preocupada por el otro, que aún no había sido encontrado.
—No te preocupes, tendré cuidado —dijo Iris, se abrazó a sí misma y ajustó su capa porque el clima se volvió muy frío—. Solo quiero ver al tigre de diamante y después volveré a mi dormitorio.
—Luna, no creo que sea una buena idea. El niño está durmiendo.
—¡Bien! —Iris sonrió a Dean, que parecía a punto de llorar—. Solo curaré sus heridas y luego volveré —dijo ligeramente.
