"Caña estaba alerta cuando vio el cambio repentino en su expresión. —¡Qué viste? No tenía idea de qué iba a hablar Iris.
Iris se mordió los labios y dejó de caminar de nuevo. —Un espíritu.
—¿Espíritu? —Caña instintivamente miró sus manos, pensando que aparecería de nuevo, pero no había nada—. Arruinaría muchas cosas si apareciera ahora bajo la mirada de cien a mil personas. En lo profundo, él tenía esta creencia: mientras él estuviera con ella, nunca aparecería la mecha oscura. —¿Qué quieres decir con un espíritu?
—Yo… yo estaba… él estaba… él me tocó cuando lo vi… —Su lengua la traicionó cuando este asqueroso sentimiento invadió su mente al tratar de recordar ese momento, cuando revivió el momento que quería olvidar.
Si no hubiera sido por esa extraña cosa y sensación que sintió al ver el espíritu, se habría obligado subconscientemente a olvidar todo lo que le había pasado, pero ese momento en particular impidió que lo hiciera.