Impulsada por el llamado del Destino, Mei Ling decidió explorar un nuevo sendero en su búsqueda de habilidades mortales. Desarrolló su capacidad de intuición, permitiéndole anticipar peligros y tomar decisiones sabias en momentos críticos.
Mei Ling comenzó a entrenar con los ancianos de su aldea, quienes le enseñaron a interpretar los signos y símbolos de la naturaleza. Con el tiempo, su intuición se volvió aguda y confiable.