Era un invierno bastante frío, en un pequeño pueblo en algún lugar de Europa, en ese pueblo vivía yo, un viejo de 83 años, que estaba mirando el oscuro cielo de esta larga noche, sabía que mi tiempo en esta vida ya estaba por acabar, por lo que quería ver por una última vez ese hermoso cielo que siempre e visto desde niño sin aburrirme de él.
No puedo creer que en todos mis años de vida, no pude tener una familia, hace unos años tuve un pequeño perro llamado Neo, él fue mi familia durante los últimos años, y hace un par de meses partió antes que yo.
Pensar en él mientras miro al cielo hace que quiera volver al pasado y estar más tiempo con él, pero eso no va a poder ser posible, solo espero que en la próxima vida pueda volver a verlo.
También me gustaría haber podido tener una familia, haber tenido hijos y nietos, y no estar solo como lo estuve.
Ya pasó un rato y pude sentir cómo se iban cerrando mis ojos lentamente.
-Dios, si renazco, solo te pido volver a ver a Neo y tener una hermosa familia-
Lo ultimo que recuerdo es haber dicho eso para después caer en un vacío negro durante unos minutos, para cuando logre abrir mis ojos pude apreciar que no estábamos en el mundo modernos, nos encontrábamos en una habitación de la época medieval por su construcción, y yo estaba en los brazos de una hermosa mujer, cuando me di cuenta yo era un bebe y ella parece ser mi madre.
-Reencarne- fue lo único que pasó por mi mente.