𝐀𝐥𝐥𝐞𝐧
El día de hoy nos toca ir a dar educación física, la primera semana la profesora solamente vino a presentarse y a hablarnos sobre las reglas de vestimenta que teníamos que cumplír.
-𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨𝐬-
"Mis clases no serán como las que ustedes han tenido a lo largo de estos 10 años de educación, yo estoy aquí para cumplir verdaderamente con mi trabajo y ustedes van a sudar sangre una vez entren a ese gimnasio".
"Las reglas de vestimenta van de acuerdo al reglamento de la escuela, para las chicas y chicos el pantalón corto que venden en contabilidad, una buena medida para que no se asomen sorpresas en mi clase".
La mayoría de mis compañeros se quedan sorprendidos por eso último y la profesora parece notarlo.
"Veo que se sorprenden de algo tan poca cosa, creen que no los escucho en los pasillos o piensas que está señora de aquí está sorda?".
Todos guardaron silencio, pero un grupo de chicos atrás asintieron dándole toda la razón.
"Sigamos...el suéter debe ser de color blanco, eso lo pueden conseguir en cualquier lado pero por favor y esto va a las chicas ya que creo que los hombres de aquí no usan sostén a menos que alguien diga lo contrario, que sean deportivos ya que no quiero ver que a alguien se le salga algo de la nada mientras corren".
Entonces si es así no voy a tener problema alguno ya que mis dos bellos amigos me crecen para el lado opuesto.
"Listo esto es todo, los veo la próxima semana".
-𝐅𝐢𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐫𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨-
y aquí estamos, caminando con nuestras mochilas hacia el tan alejado gimnasio de nuestro salón de clases.
"Allen".
Volteo a mi lado a ver a Sebas.
"¿Sabías que nuestra profesora les da clases a los chicos de 3 año?".
"¿Por qué me lo dices tan de repente?".
"Por qué en estos momentos van a pasar alado de nosotros esos chicos y parecieran estar muertos en vida del agotamiento".
Voltee mi mirada y pude verlos...
"𝐄𝐬𝐚 𝐬𝐞ñ𝐨𝐫𝐚 𝐧𝐨𝐬 𝐯𝐚 𝐚 𝐦𝐚𝐭𝐚𝐫".
Estaban sudados, las chicas estaban caminando a regañadientes y con el cabello todo desordenado.
El olor que desprendían algunos era asqueroso, pero si no lo hicieran con esa cantidad de sudor que tienen la verdad me preocuparia.
Ellos miraron a nuestra dirección y pude notar sus miradas de compasión hacia nosotros.
Pero, también pude ver como algunos estaban como si solo hubiesen corrido 4 vueltas, estaban 𝐜ó𝐦𝐨 𝐬𝐢 𝐧𝐚𝐝𝐚.
Debo admitir que a comparación de los otros, me agradaba la vista que estoy teniendo ahora ya que un chico de piel morena estaba totalmente sudado limpiándose la cara con su camisa levantando esta en el proceso.
"No puedo creer que en estos momentos a simple vista parece que huele a mono sudado pero se vea tan jodidamente bien haciendo eso".
Sebastián se me queda viendo perplejo, cabe mencionar que gracias a estos días de amistad, él sabe sobre mi único objetivo en esta escuela y junto con esto, 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐝𝐞𝐛𝐨 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫.
Noto que el chico voltea a verme y se me queda viendo, en ese momento reacciono.
"Sebas, dada la situación necesito que me des un buen golpe".
"Como digas mi lady".
"Espe-".
Agarró su mochila con ropa y me dio una buena reiniciada.
"𝐓𝐮 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐭𝐞 𝐚𝐭𝐫𝐞𝐯𝐢𝐬𝐭𝐞".
Iba a hacerle lo mismo con claras intenciones de reventarle la puta tráquea, pero yo me equivoqué a pedirle tal cosa así que sería algo erróneo de mi parte regresarlo.
Luego de calmarme mi primer pensamiento fue voltear a ver al chico con el que tope miradas, pero el primer pensamiento que vino a mi mente es que eso sería un error, así que seguí con mi mirada al frente como si no hubiese pasado nada ya que eso fue realmente lo que pasó.
𝐍𝐚𝐝𝐚.
"Aquí estamos, el purgato-".
"Callate imbécil, nos va a escuchar".
Sara le susurra a un chico que estaba apunto de decir una realidad pero 𝐞𝐧 𝐯𝐨𝐳 𝐚𝐥𝐭𝐚.
En ese momento apareció...
Creo que no debía haber desayunado tanto está mañana.