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Chapter 2 - Nueva vida

"21 del señorío del bosque ocre

Han pasado un total de 16 años, desde mi segundo nacimiento o renacimiento, he rencarnado en un mundo que tiene como nombre Tellus, mi nuevo hogar es una aldea que lleva por nombre Aetheria, un sitio que no pasa más a allá de los 2000 habitantes. Este sitio este construido entre dos cerros, y en la zona sur se puede apreciar un río que, en el curso alto y medio, posee una fuerte corriente, pero esta se calma en la desembocadura.

Las aguas de aquel río alimentan a un gran lago, el cual es un sitio tranquilo para nadar en los días calurosos del "señorío del eterno brillo", es la denominación que tiene la estación del verano en este mundo, el río es de gran importancia para la aldea, puesto que las aguas qué fluyen de este es compartido por toda aldea. Mi nuevo cuerpo es de una chica, de piel bronceada por el trabajo que realizo asistiendo a mi tío en el trabajo agrícola, esto también ha incidido en la forma de mi cuerpo, ya que este se ha vuelto torneado, incluso puedo estar segura de que el yo de mi vida pasada, me envidiaría"

La flama de una vela bailaba iluminando una pequeña porción de un cuarto, el cual estaba construido con madera, aunque era poca la iluminación era suficiente para una joven de piel bronceada, pelo oscuro con corte mediano, ojos verdes, que llevaba puesto un camisón para dormir de color gris, y se encontraba sentada sobre una silla en frente de un escritorio.

La chica que portaba en su mano una pluma con tinta que le sirvió para escribir, observo las palabras que había escrito, estas se habían creado utilizando el idioma del inglés y el español, dos de los dialectos que él había aprendido en su vida pasada. Esto lo hacía cuando ella quería escribir algo muy personal, al no existir estos dos idiomas en aquel mundo, difícilmente alguien pudiese descifrar lo que ella escribía.

"Cuando nací me pusieron el nombre de Invernal, sí sé que es un nombre raro, pero, aun así, siento cariño aquel nombre, puesto que tiene un significado muy hermoso, ya que nací en uno de los días de la estación del Señorío de Boreas, y en esta estación, es complicado que un bebe recién nacido pueda sobrevivir, bueno yo fui un milagro, y sobreviví aquella estación, es por eso que mi madre me puso Invernal, que tiene dos significados en estas tierras, la hija de Boreas, y la favorita de Boreas"

Invernal dejo de escribir ya que le faltaba tinta, así que separo su pluma de su diario, y volvió a recargarla con este líquido negro, colocando la pluma en el tintero durante algunos segundos para luego volver a las hojas de su diario para continuar escribiendo

"En esta casa somos como ocho personas, todos familiares de sangre, mi tío de 50 años, mi tía de 40 años, mis cuatro primos, el mayor tiene unos 26 años de edad, el hermano que le sigue tiene unos 25 años de edad, el tercer hermano tiene unos 20 años de edad, y el menor tiene unos 19 años de edad, y luego esta mi madre que cuenta con 31 años de edad, y yo de 16 años, hay que indicar algo, mi madre me tuvo cuando ella tenía 15 años, es raro si, aunque no es extraño en este mundo, lo que me molesta es que bueno, mi nacimiento fue a causa de un...abuso que sufrió mi madre"

—Mejor lo dejo hasta aquí—La joven Invernal dejo la pluma en el tintero y cerro su diario, luego reposo durante unos segundos su cabeza sobre el escritorio y pensó, «Ahora que lo pienso, mi madre me comento que aquel día todo estaba oscuro, y no sabe quién fue la persona que le hizo eso, me pregunto si mi padre seria aquel borracho en la taberna, o el idiota del hijo del alcalde, puede ser cualquier persona, incluso algún bandolero que paseaba impunemente por la aldea»

La chica cerro durante unos segundos sus ojos, aquel tema de quien pertenecía la otra mitad de su gene era algo de importancia, pero no era algo que le impidiese conciliar el sueño, de hecho, solo era un pensamiento pasajero. La joven abrió sus ojos y se reincorporo en su silla, un bostezo le dio a entender que ya era el momento de dormir, mañana debía despertar temprano para ayudar a su tío, con la cosecha del actual cultivo, y el comenzar a plantar semilla para la siguiente temporada.

La chica se paró de su asiento y se dirigió a su cama, la cual estaba hecha de una construcción simple, una gran cantidad de heno o paja, envuelto con una sábana grisácea, esto creaba un tipo de colchón rudimentario, y encima se colocaba una gruesa frazada para aquellas noches frías de invierno. Invernal compartía la cama con su madre, una mujer de tercera década de vida era adulta, a la que le despojaron de ciertos privilegios de la juventud por aquel evento que la concibió.

La joven observó a su madre, la cual tenía una cara de apacible sueño, su piel era menos morena qué la de su hija, ya que ella no gustaba mucho del trabajo en el campo, ella tenía más habilidades con trabajos relacionado con la casa, como la cocina o reparaciones variadas para la casa, su pelo era largo y de color castaño claro. Invernal admiraba a aquella mujer, ya que, pese a lo que sufrió por lo sucedido, siguió adelante y la crio junto con su tío, al que ella también admiraba.

Invernal apago la vela qué llevaba en su mano, la dejo en el suelo, se acostó al lado de su madre, el sueño invadió a la chica a los segundos de cerrar sus ojos, y no supo nada más del mundo que le rodeaba hasta que sintió que alguien la agitaba suavemente. Cuando la joven abrió sus ojos, vio a su madre que la había despertado, ya que la chica le costaba despertarse, Invernal observó a su madre, con una mirada atenta y unos ojos verdes brillantes como su hija.

—Hija será mejor que te apures—La joven madre le dijo a su hija con amabilidad en su voz, y luego agregó—Tus primos están haciendo su respectivo trabajo, y tu tío está en los campos de cultivos.

Invernal se tuvo que levantar de la cama, y por unos instantes estuvo entre la somnolencia y la conciencia, después de unos cuantos bostezos, y estirar sus manos para desperezarse, pudo despertar por completo, y fue al armario, para cambiarse su pijama, y ponerse su ropa diaria, la cual consistía en una camisa de color claro con rayas, encima de esta una falda overol, también aquel vestuario incluía unos guantes de cuero y unas botas largas del mismo material, además de un sombrero hecho de paja, el cual protegía del sol.

La joven Invernal, ya vestida, se dirigió a la entrada, pero a la mitad del camino su madre le paro unos minutos, y le entrego un pan casero de centeno, y le dijo que era para el camino, y le entrego una canasta con alimento, además un bastón de madera, que tenía un farol de mano y que guardaba una vela encendida. La joven Invernal metió el pan en la canasta qué sostuvo con la mano derecha, mientras que con la izquierda tono el bastón.

—Es para después del trabajo, se me olvido entregársela a tu tío—Sonrió la joven mujer, mientras se rascaba la nuca—Admito que soy algo olvidadiza.

—Gracias madre—Invernal le contestó a su progenitora.

La chica despidió de su madre, con una sonrisa y un gesto de mano, y salió de la casa para dirigirse a los cultivos, al salir de la casa la madre de Invernal, se dirigió a la cocina para limpiar y preparar la comida para la vuelta de sus hermanos, sobrinos e hija. La joven madre estaba barriendo la casa, hasta que un pensamiento cruzó por su mente, y esto hizo que se detuviese por unos segundos.

La cuñada de la mujer, la cual también estaba barriendo junto con la joven madre, también paro al notar lo pensativa qué estaba su cuñada.

—¿Qué sucede?, ¿tienes algún problema? —Preguntó la mujer de mayor edad a la joven mujer.

—No es eso—Ella le contestó y agregó—Estoy pensando en Invernal… sabes ella es una joven inteligente y curiosa, ¿no sé porque le tocó esta vida?, si ella se hubiese nacido en otra familia, como en la nobleza o en una familia de mercaderes con recursos, estoy segura de que ella tendría mejor pasar y oportunidades.

—Ella nació en esta aldea, y sabes muy bien que en la vida es la que nos toca, y está no se puede cambiar—Le mujer mayor estaba algo molesta por el comentario de su cuñada, y agregó— Y ya deja de soñar, qué necesitamos que todo esté dispuesto para la comida.

La joven madre afirmó con resignación, y volvió a sus quehaceres.

Invernal abrió el portón de madera, que formaba parte de una cerca de madera, el cual tenía la función de separaba el terreno del camino, el cual era un sendero de tierra y piedra, al salir del terreno, la joven muchacha, cerro la reja y se dirigió hacia el norte. Mientras caminaba por aquel sendero, la muchacha observo el castillo del señor feudal, construido sobre la estribación de una elevada colina, aunque a simple vista la construcción parecía estar cerca, en realidad estaba a unos cuantos kilómetros de la aldea.

Invernal se encamino por el sendero con dirección a los campos del señor feudal, los cuales estaban a las afueras de la localidad, se podía varias casas que fueron construidas de similar forma que la casa en la cual vivía la chica. Aunque aún era de mañana, se podía observar que las casas ya tenían los faroles de velas exteriores, aprendidos para indicar que los moradores de aquellas viviendas ya estaban despiertos.

La chica siguió su camino, y después de algunos minutos de caminata, pudo salió de la aldea, para llegar donde se encontraba su tío, el cual estaba trabajando en la cosecha. El tío de la joven Invernal era un tipo de piel bronceada, de cuerpo tonificado, su cabello corto era una combinación de canas, y cabellos de color castaño claro, el color de sus ojos era compartido con el de su hermana menor, su rostro mostraba varias cicatrices, la mayoría era por tratar con ciertos obstáculos en su trabajo.

El tío de la Joven Invernal vestía con camisa blanca, pantalones holgados de color verde anchos, botas de cuero, y guantes del mismo material, además llevaba puesto un overol, y un sombrero hecho de paja.

—Tío—Invernal se acercó a su familiar.

—Buen día sobrina—Sonrío el tío de Invernal, el cual agrego—Ayúdame con la cosecha, puedes llevar la caretilla, para poder trasportar la cosecha, y llevarla al almacén.

—Claro, tío—La joven Invernal, le contesto a su tío, mientras fue a buscar lo pedido por su familiar.

A los minutos después la muchacha, llego con una caretilla de madera, para ayudar a su tío, el cual agradeció a su sobrina y comenzó a dejar la cosecha que sacaba en la caretilla, hasta llegar a un límite, y la joven iba con la caretilla a dejar lo extraído en el almacén, para luego volver y repetir el proceso. Estuvieron trabajando durante alguna hora más, cuando terminaron fueron a descansar un rato en unas sillas de madera que estaba al lado del almacén.

—Bueno lo siguiente, sería volver a plantar semillas, para la siguiente temporada—Le comento el tío a su sobrina, y agrego—Luego debemos encargarnos de la cosecha de árboles frutales.

—Hay muchas cosas que hacer hoy—Invernal comento muy por debajo para ella misma, y luego pensó, «Esta vida me gusta, puedo moverme y ayudar a los demás»