La prisión de kilmain, ubicada en el centro de Dobblin, es la unica prisión de este país. Este complejo tiene la capacidad de albergar alrededor de cinco mil internos. Sin embargo, esto fue superado, contando con más de 6 mil reclusos en la actualidad.
Durante el incidente del día cero no hubo heridos a causa de la explosión, apenas y se percibió un ligero temblor en el interior de la instalación. Las comunicaciones se cortaron abruptamente, lo cual, sí generó extrañes en los guardias que custodiaban el presidio.
Evidentemente este lugar estaba fuera del radio de alcance de la explosión. No obstante, el caos no tardó en llegar a causa de las múltiples plagas que asolaron la ciudad.
El panorama mundial no era muy diferente. Maremotos arrasaron con las naciones costeras, cercanas al epicentro de la explosión, borrando completamente su existencia. Miles de roedores, insectos y bestias carnívoras sembraron el terror en las ciudades más alejadas, incluso, al otro extremo del mundo se veía la misma situación. Las armas lograron mitigar, de alguna manera, el ataque de las bestias, pero entonces: ¿qué medida se podría tomar para aplacar enjambres o nidos de bichos empecinados en devorar carne y sangre a placer? Era un episodio poco plausible de ocurrir antes, pero ahora era una realidad distopica.
Una celda estaba completamente bañada de sangre y vísceras. Cuerpos hacinados uno sobre otro, la sangre escurría formando charcos lodosos sobre el suelo. El olor y sabor a hierro parecía condensarse en la boca de cualquiera que estuviese cerca.
Algunos se preguntarian, tal vez:
¿Qué criatura sería capaz de realizar tal execrable escena?
Solo un sujeto descansaba plácidamente en su camastro. Una litera de fierro de acabado desprolijo y un pequeño colchón, viejo y sin aliño. La celda por sí sola parecía tétrica y fría, pero la escena dibujada sobre ella, alteraría los nervios aun al soldado más experimentado.
Alrededor del pasillo se veían tendidos los cadáveres de enormes ratas grises. Un pequeño grupo de hombres estaba a la espera, mirando al sujeto dormido mientras sacaban los cuerpos hacia el área de ejercicio para quemarlos. Miraban hacia la celda con temor a la bestia que descansaba sin la más mínima preocupación. Ellos eran conscientes de los bichos fuera; sin embargo, no descartaron la posibilidad de salir si fuese necesario. Fueron testigos de la brutalidad con la que aquel hombre, por sí solo, acabó con decenas de roedores que atacaban entre un mar de piernas.
...
...
***
Era el segundo día que salimos de la estación de Connolly. Decidimos avanzar de día y por la noche refugiarnos en cualquier vivienda. Nos dirigíamos a la base de Bray Head, donde se encontraba el asentamiento de sobrevivientes. Era el lugar más seguro por ahora.
El avanzar en silencio provocaba en mí un sentimiento de ansiedad, una sensación fría en la boca del estómago. El encontrarme lejos de mi familia generaba, quizás, miedo a la soledad y la muerte. Tal vez, antes no me hubiese importado el estar sola, es más, podría haber sido algo que esperará que se dé, pero ahora, siento miedo a perderlos. Espero que mis padres se encuentren en la base, solo : "Por favor, que se encuentren bien, mis padres y mi hermano" pedía con todo mi ser.
...
Estuvimos buscando autos para llegar más rápido, pero no encontramos ninguno con combustible. La base de Bray head está a 3 días de aquí, si vamos a pie. Por lo que sería muy...
—¡Lisa! ¡Aquí hay una tienda de conveniencia!
—¡Voy!
Darren lideraba el equipo de sobrevivientes, era un hombre muy capaz y amable. Es solo un poco mayor que yo, pero era mucho más maduro que cualquiera de su edad. Todos empezamos a confiar en él con el tiempo.
...
...
—Esta oscureciendo, debemos refugiarnos antes de que salgan esos bichos—. Dijo Darren mientras cargaba al hijo de la señora Lin—Creo que el lugar más seguro es aquella tienda
Darren señaló una tienda de alimentos, la cual tenía ciertamente paredes altas y un gran portón enrrollable.
La señora Lin se encontraba atendiendo a su bebé, intentado hacerlo dormir, tres jóvenes, quizás,aún en preparatoria, estaban comiendo algunas galletas. Un par de oficinistas y Darren vigilaban la entrada, por si algún animal se acerca durante la noche. Hoy es el tercer día luego del incidente, todavía no hay noticias del gobierno, el porqué los animales se volvieron agresivos y la caída de la red de comunicación es difícil de entender.
— Jovencita, toma, deberías comer algo. Aquí tengo un poco de pan con atún—.La señora Lin se acercó amablemente
—Gracias señora Lin, es solo que, esta situación es tan difícil de entender...
—Parece una serie de terror—.Aseguro seriamente el joven que anteriormente amonestó el anciano en el metro.
—¡Hey, muchacho!, no creo que esto sea para tomarse a broma.
—Saben ¿cuánto falta para llegar a Bray head?—. Preguntó una de las estudiantes.
—Estamos a 3 días a pie a más tardar— contestó Darren mientras aún vigilaba la entrada.
— ¡¡Ayúdenme, por favor!! ¡auxilio!
De repente se escucharon gritos desesperados pidiendo por ayuda, desde la calle. Todos nos asomamos a la puerta. Darren observó a través de la pequeña ventana,qué ocurría afuera.
Una joven mujer corría desesperadamente, tenía la ropa estropeada, el cabello desordenado y un sangrando que se asomaba desde su muslo. Su rostro estaba bastante magullado y lleno de cortes , su expresión reflejaba miedo y dolor. Atrás de ella, una motocicleta la seguía constantemente. Darren no sabía que decisión tomar, los sujetos de la moto vestían un uniforme que el conocía, además la sangre en su ropa no parecía ser la suya.
***
Dentro de una oficina se encontraba una mujer blanca y cabellera rubia con una fría apariencia seria y elegante. Acopiaba algunos papeles mientras sostenía una radio digital. Estaba totalmente concentrada en entender toda la información que tenía sobre el escritorio.
Dentro de poco llamaron a la puerta. La mujer dejó los papeles sobre la mesa y rápidamente hizo pasar al invitado.
—Adelante.
—Presidenta, hay un hombre en recepción que dice saber el porqué de la explosión.
—¿Quién es él?
—Su nombre es Heather Cavendish. Fue profesor de física en la Universidad de Cambridge, pero hasta el momento su nombre figuraba como desaparecido desde hace diez años
Heather Cavendish fue un profesor de Cambridge fiel defensor de la teoría de cuerdas. Pasó casi toda su vida tratando de sentar las bases sobre agujeros de gusano transitables y el concepto de masa negativa.
Hace diez años se encontraba en la isla de Blazket realizando experimentos en un gran laboratorio cerca a la costa. Experimentaba con una muestra de rubidio la cual llevada cercana al cero absoluto y al atrapar sus átomos en una especie de trampa de láseres, con el fin de cambiar su dirección de giro, producía una condición de masa negativa.
Se entiende el concepto de masa como "la oposición de un cuerpo a acelerar". Si bien la segunda ley de Newton nos dice que, "al aplicar una fuerza a una masa, esta sufre una aceleración en la misma dirección". Sin embargo, esto es para todo lo que conocemos y esta a nuestro alrededor, ya que tiene masa positiva, en cambio si un cuerpo de masa negativa es empujado, este se acelera en el sentido opuesto. Esto era sumamente descabellado de pensar para cualquiera, pero matemáticamente era posible.
En uno de sus cientos de ensayos ocurrió una explosión en su laboratorio, reduciéndolo a cenizas y desapareciendo su cuerpo sin dejar rastro. El accidente fue noticia mundial de inmediato, la gran comunidad científica lamentó este suceso enormemente, mas no hubo investigaciones posteriores.
— ¿Qué noticias tenemos de la oficina de seguridad? ellos, ¿Descubrieron algo?
— No hay nada aún
—¡Que se jodan!—.La presidenta del G.C. maldijo mientras azotaba el escritorio— ¡Cómo es posible que no hallan descubierto nada aún y un muerto sí! ¡Hazlo pasar, qué esperas!
— !Sí, presidenta!
***
—Toma, bebe un poco de agua. Debes hidratarte, has sufrido mucho ayer, pero debes ser fuerte y seguir adelante. Es lo que tu novio hubiese querido
—Gracias—respondió Amy aún con la voz entrecortada
Amy se encontraba sentada sobre el suelo con los brazos envolviendo sus rodillas, y la cabeza oculta sobre ellas. Había sido testigo de la escena más cruda y dolorosa de su vida, la muerte de la persona que más amaba en el mundo. Sin embargo, ante aquella situación sus piernas no dejaron de correr, por más que escuchara como devoraban a su novio. Era patética y cobarde, pensaba.
La manera en que sus piernas se quedaron paralizadas por el miedo cuando se presentó aquella bestia, pero la posibilidad de vivir la puso en marcha nuevamente era lo que le provocaba asco y vergüenza de sí misma.
—No sigas atormentándote—. Le decía un joven—Tu hiciste lo que cualquiera hubiera hecho, buscar salvarse a sí mismo es un instinto natural del hombre que...
—Pero él se fue, se fue... murió por mi culpa. Si no me hubiera detenido... si no...—Amy sollozaba mientras se apretujaba la cabeza
—seguiría aquí...—decía Amy con lágrimas en el rostro, y la garganta quebrada del dolor y la rabia
—Claro que no, él notó que la situación era desfavorable para los dos y decidió sacrificarse porque te amaba por encima de su propia vida, por lo que no te deberías atormentar y solo debes sobrevivir—. El joven le dijo mientra la tomaba del hombro—Sobrevive para que su sacrificio no sea en vano. Recuérdalo y recuerda que ahora tienes una razón más para vivir.
Amy aún con la cabeza gacha, tomó fuertemente las manos del muchacho mientras poco a poco su llanto era opacado por el bullicio de la gente.
El joven apretó fuertemente su puño para demostrar que él estaba para ella cuando lo necesitara. Verla llorar le producía dolor a él, su corazón se pinchaba con tan solo escucharla. Desde ese momento decidió que la protegería aun a costa de su vida.
— ¡Peter, necesitamos tu ayuda para mover esto!
—¡ya voy!—Dijo el joven junto a Amy—Ya regreso, y cuando vuelva no te quiero ver llorando ¿entiendes?
El joven se alejó luego de acariciar la cabeza de Amy y levantarse del suelo...
"El ser humano justifica su egoísmo con el llamado instinto de supervivencia. Pero la moralidad humana se basa en la capacidad de superar aquel impulso y considerar el bien de los demás"