—¡Monarca Primal! —Feng Yao y Feng Liqiu bajaron la cabeza tras salir de su ensimismamiento.
El Monarca Primal les correspondió con una ligera inclinación antes de mirar al Fénix Primordial y preguntar:
—Entonces, ¿por qué me has llamado?
El Fénix Primordial miró a Yuan y dijo:
—Sabes, he estado secretamente en el mundo humano antes, y hasta pasé unos cuantos mil años allí.
—¿Qué? ¿Cuándo hiciste tal cosa? ¿Y por qué? —Feng Liqiu expresó sorpresa al saber esto por primera vez a pesar de ser el segundo mayor.
—Después de dar a luz a mi cuarto hijo, de repente tuve el impulso de ver cómo le iba a mi primer hijo, así que viajé al mundo humano para satisfacer mi curiosidad. Solo ir allí me tomó varios millones de años viajando sin parar. Solo pude lograr esto porque ella tenía la misma sangre que yo, y podía sentir a alguien de la misma sangre sin importar la distancia. Si no fuera por eso, no habría podido encontrar el mundo humano, y mucho menos ver a mi hijo.
