Cuando el Gran Anciano Lu y el Gran Anciano Tang se dieron cuenta de que Kelan se acercaba a ellos, inmediatamente alertaron a sus Líderes de Secta.
—¡L-Líder de la Secta! ¡Es el Celestial Señor! ¡Están aquí!
—¿¡Qué?!
Los Líderes de la Secta se quedaron congelados al oír esto. Estaban demasiado ocupados pensando en cómo podrían solucionar su situación como para notar la presencia del Senior Bai y de Kelan.
—¡Mierda! ¡La hemos cagado! —gritaban internamente.
Sin embargo, no tenían tiempo para pensar y de inmediato saludaron al Senior Bai y a Kelan.
Juntaron sus manos y bajaron su cuerpo de una manera respetuosa, —Saludamos a los ancianos del Celestial Señor.
Kelan respondió, —Si están aquí para disculparse o dar excusas, pueden ahorrarse las palabras. No estamos aquí por ustedes.
—¿R-realmente...? ¿No nos van a castigar? Aunque me cueste la vida, tengo que admitir que somos parcialmente responsables de lo sucedido —Du Daomi levantó la cabeza y dijo.